Muchas gracias a todos♥

martes, 27 de diciembre de 2011

Un beso,

es un truco de la naturaleza, para callar las palabras cuando se vuelven innecesarias.

No es malo vivir en una nube,

                                                        lo difícil es bajar.


Después de dos meses, esa dulce melodía volvió a sonar; inundando toda la estancia.
No fue nada planeado, de esas veces que decides tocar o simplemente marcar el ritmo de aquella canción tan especial; solo sentí esa necesidad de hacerlo. Fue una sensación extraña, pero única. La, sol, si. Y aquel piano seguía sonando como cuando lo tocábamos juntos cada atardecer, esa misma canción; siempre.
Si, sol, la. Y como atraído por la música, apareciste ahí; de brazos cruzados, apoyado en el marco de la puerta, observándome, escuchándome; queriéndome. Te miré. Moviste la cabeza de un lado a otro, mordiéndote el labio, disimulando una sonrisa. Hice una pequeña carcajada, entendiendo tu indirecta. Sol, la, si. 
-¡Cuánto he extrañado tu risa! - te sentaste a mi lado - He estado ocupado, lo siento, princesa.
No pude evitar sonreírte.
- No importa, ahora estás aquí.
Me besaste en la frente, uno de esos besos tuyos fuertes, pero dulces. 
-¿Por dónde vas?
-La, si, sol. ¿Te acuerdas?! - dije. Estaba impresionada.
- Desde la primera nota hasta la última, mi amor.

domingo, 25 de diciembre de 2011

¿Crees que nuestro amor...

                                   ...puede obrar milagros?


"Hay muchas formas de quererse, ¿sabes? Pero la suya era total. Un amor puro, increíble, alucinante. Un amor especial como hay pocos. Y ellos lo sabían.
Todos los enamorados del mundo creen que su amor es único y distinto, pero el de ellos si lo era. Estaban hechos el uno para el otro, se tenían y deseaban fundirse en uno solo, cuando estaban juntos el tiempo se aceleraba, y cuando estaban separados se hacía eterno. Cada beso, cada caricia, era un puro sentimiento desnudo. Podían pasarse horas mirándose a los ojos y nada más, pero cuando se acariciaban, se besaban; entonces no hay palabras para describir esa emoción."

martes, 20 de diciembre de 2011


 No existe la persona perfecta, no existe el momento perfecto, ni existe el amor perfecto. Nosotros hacemos que la persona, que el momento, que el amor sea perfecto. Nosotros decidimos si algo es perfecto o no. Podemos seguir poniendo pegas o simplemente decidir que las cosas son increíbles y maravillosas tal y como son.

No mentía.

-Yo te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
-Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
-Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré.
-No lo creo; si me odias no me querrás ver.
-Entonces cierro los ojos.
-No me querrás oír.
-Entonces no te dejare hablar.
-¿Entonces?
-Te abrazaré y te diré: ¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre? Lo decía enserio.

lunes, 19 de diciembre de 2011

He descubierto que casi todo lo escrito sobre el amor es verdad. Shakespeare dijo: "Los viajes terminan en encuentros de amantes". Qué extraordinaria idea. En lo personal, yo no he experimentado nada remotamente parecido, pero pienso que Shakespeare sí. Supongo que pienso más en el amor de lo que debería. Me asombra el poder que tiene para alterar y definir nuestras vidas. Shakespeare también dijo: "El amor es ciego". Eso es algo que sé que es verdad.
Para algunos, inexplicablemente el amor se desvanece. Otros, simplemente lo pierden. Pero claro, también se puede encontrar el amor; aunque solo dure una noche. También hay otra clase de amor, el amor más cruel, el que casi mata a sus víctimas. Se llama "amor no correspondido". En ese, soy una experta.

I´ll always love you.

Sé que nadie es perfecto. Yo lo he demostrado demasiadas veces, por si no quedaba claro. Y ese plan tan perfectamente imperfecto, ese cúmulo de errores cometidos en tan poco tiempo, lo dice todo. También sé, por suerte para mi conciencia, que nadie los comete intencionadamente ; y esa es la razón por la que recibo segundas oportunidades.
Llego a pensar que he fallado en tantas cosas que ya estoy preparada para lo que venga, para lo que nos venga. Y eso reconforta; alivia pensar que podemos empezar de nuevo, que he madurado y aprendido; que valoro más cada momento contigo porque llegué a perderlos. Y no volveré a dejar que eso pase. He recuperado la confianza en mí. Y tú también; en mí, en nosotros. 
Hemos tardado tanto en llegar a este punto que no quiero precipitar las cosas. Pero puedo decir con certeza que este será el principio de algo nuevo, que cumpliremos nuestras promesas que aquel día nos hicimos y que dejamos a un lado. Puedes apostar a que sí.

sábado, 17 de diciembre de 2011

The one that got away.

Solíamos robarles licores a tus padres, y subir a la azotea para hablar de nuestro futuro, como si tuvieramos un indicio. Pero nunca planifiqué que algún día te iba a perder. Y en otra vida, desearía ser tu chica, para mantener nuestras promesas de estar solos; nosotros contra el mundo. Y en otra vida haré que te quedes, así no tendré que decir que has sido tú "el que tuvo que irse". Nunca estuvimos separados, hicimos un pacto. Y a veces cuando te extraño, pongo esos discos. Es hora de afrontar la música, pues ya no soy tu musa.

viernes, 9 de diciembre de 2011

¿Se trafica con sueños?

Paseando por las calles de Londres un día lluvioso o en medio de París en donde el amor se palpa. En medio de la India, montados a caballo por México o en medio de la Antártida en donde el frío parece nuestra segunda piel. Cualquier sitio del mundo, cualquiera de los miles de pueblos recónditos que hay sería idóneo para nosotros. No sé es si entiendes lo que te quiero decir, intento que entiendas que estemos donde estemos, en cualquier lugar del remoto mundo, en cualquier lugar del infinito, ese que me prometiste, en el sitio más insospechado; cualquiera que sea ese lugar, si es contigo, es perfecto. 
Que no importa la hora que sea, o que no conozcamos a nadie, porque sin ti cualquier sitio carece de sentido, porque puedo volar si hace falta, tocar el cielo con las manos si me lo pidieras, cualquier cosa haría si puedo tener a cambio el poder estar contigo en donde quiera. Que es verdad que el lugar no es importante, mi amor, que con esto te digo que nada es mejor que nosotros mismos, lo que espero que entiendas es que si hace falta empezar de cero en medio de un desierto, yo lo haría si es contigo, que si hay que nadar bajo tierra, también lo haría. ¿Sabes? Realmente no importa el lugar del mundo en el que estemos, porque si es contigo, cualquier sitio me vale para ser feliz, cualquier sitio se convertiría en pequeño para mis ganas de vivir contigo; a cualquier sitio que fuéramos, cualquiera que eligieras para estar conmigo, sería perfecto sólo si estamos juntos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Las cosas que no se dicen suelen ser las más importantes.

Bien, siempre olvido decirte lo que realmente importa, siempre me quedo sin palabras cuando hablo contigo, son tantas cosas las que quiero compartir que me asalta esta especie de inseguridad en mis argumentos. Olvido decirte que te quiero. 
Yo, dejo mucho que desear en todo lo que toco, en todo lo que pretendo plasmar. Nunca acierto en la diana, me queda sólo esta sensación de saber que me queda algo por decir, que me queda otra oportunidad, siempre existe ese resguardo que me salva de mis autismos sentimentales. 
Yo, no soy sólo esa voz en off que vacila de una prepotencia que le provoca esta sociedad en la que vivimos, me refugio en mis debilidades y eso se nota, vamos que si se nota. Soy algo más. 
Siempre he creído que lo que se expresa escribiendo no se es capaz de volver a reproducirlo hablando y eso es algo que tengo marcado en todo lo que digo en cada caldo que lidio con buen o con mal pie, lo siento pero entre otras cosas soy humana, y entre otras cosas sufro la debilidad de ser vulnerable a lo que siento. 
Llevar esta amistad, esta complicidad en silencio, en el letargo de la oscuridad me está haciendo crecer como persona y cuanto menos como ciudadano x. Estoy aprendiendo de ti, no sé quizás el qué y el cómo pero siento la necesidad de desafiar al mundo tras hablar contigo, siento la prepotencia de mirar por encima del hombro al resto del planeta tras colgar la conversación de rigor con la cual alimentas algo más que este vacío que a veces me abduce. Alimentas mi corazón. 
Ha sido muy grande dar contigo y mucho más grande es el saber a ciencia cierta que es cierto, que pasa el tiempo, ya casi tres meses y esto funciona, seguimos al pie del cañón con esas ganas dementes de querer mucho mas, de querer lo que por derecho la vida nos debe, de querer que todo salga bien. Estoy muy segura de ti, eso me hace partícipe de una paz interior que no he sabido canalizar a lo largo de mi vida y que por mera casualidad me veo obligada a enfrentarme a mí misma. Me siento extraña al verme reflejada en el espejo, al hablar solo de temas que quizás nunca hubiese tocado y que por supuesto estaban destinados a ser pasto del olvido por la más absoluta manía esta de reprimir lo que hierve bajo la piel. Bajo la piel del corazón. 
Cada vez me ahoga más esta impotencia del teclado y me limito a escribirte todo aquello que por miedo no sé como decirte.Te echo de menos. Todo siempre es mucho más sencillo y como tal mucho más duro que la misma realidad y como tal, valga la redundancia, mucho más cercano.
Quisiera pregonar lo que te quiero a voces sordas de teclado, 
sería capaz de gritarlo sobre una montaña para que todos se enteraran y que lo escuchara hasta la última persona del mundo, hasta  quedarme sin voz, quisiera gritar este vacío de no tocarte, quisiera llorar las noches que me gustaría que estuvieses por aquí, pero me quedo con el consuelo de que sé que cobraré todos los intereses, de que saldaré esta deuda en algún momento, mientras tanto pago aduana al cruzar algún mensaje a tu móvil, pago el impuesto revolucionario por haberte conocido, pero me siento especial por sentir bajo mi piel lo que me trasmites y eso me hace ser algo más que un personaje anónimo destacado entre tanto sentimiento por atar.
Son tantas las cosas que te quiero preguntar, son tantas las vivencias que quiero compartir, son tantas las ganas de seguirte el rastro que no me veo capaz de empezar yo sola. Es inevitable, juegas un papel clave al día de hoy en esta partida de ajedrez que no es otra que mi vida, sin trampa ni cartón, esta partida de ajedrez, recuerdo que siempre se ha visto destinada a quedarse en tablas, por fin comienzo a saber que puedo conseguir el jaque mate. 
Reconozco que soy débil, esto lo pone de manifiesto, pero claro eso tú ya lo sabes. Yo sé que lo sabes, y es por esto que todo lo que pretendo plasmar cobra sentido por si solo. Te echo de menos.

-S

Nada es lo que parece.

Porque 1+1 no siempre son 2, porque el blanco puede ser negro, porque el negro es la mezcla de todos los colores, porque lo más fácil no siempre es lo acertado, porque lo complicado a veces es más atractivo, porque lo atractivo no siempre tiene que ser bello, porque un no a veces es un si, y un si a veces es un no escondido, porque no es oro todo lo que reluce ni plata todo lo que no brilla, porque comer a veces no te quita el hambre y dormir no significa que descanses, porque que me quieras no significa que no esté sola, porque estar rodeada de gente no significa estar acompañada, porque se puede soñar despierto, porque a veces los ojos hablan más que millones de palabras, porque a veces los silencios duelen más que las palabras.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Te quiero, ¿me oyes?

+ Te quiero, ¿me oyes? te quiero. Y sería capaz de subir al palo mayor para que todos se enteraran y que lo escuchara hasta la última persona del mundo, hasta  quedarme sin voz.

-Y quiero decirte que te quiero todas las mañanas, y todos los segundos, y que no voy a parar hasta conseguirlo, y hasta que me muera de no dormir, de no tenerte, de no entenderte, voy a quererte como tú quieres, sin preguntas.

Siempre♥

Que no todos somos perfectos, es obvio. Que la gente no se lleva bien con todo el mundo, lo entiendo. Si no queréis ver a alguien delante, puede que sea una excusa eso de alejarse. Puede ser, que tengáis razón y que lo veáis todo como si las cosas estuviesen perfectas. Pero entre vosotros. 


No necesito un cúmulo de gente con la que ya no hay confianza. Ya no necesito a esa gente con la que no sonrío. Ni tampoco necesito momentos, que no me marquen, que no vaya a recordar.

Lo que sí sé, es que, poco a poco, me doy cuenta de las personas que estarán ahí de verdad. Y, aunque tal vez sea un poco tarde comparado con el tiempo que lleva en tu vida, es muy temprano si miramos hacia delante, donde todavía nos queda una vida entera. Una al lado de la otra.

Una y otra vez.

Hace mucho tiempo que le conocí. Siempre fuimos amigos. Era la primera persona a la que conocí lo bastante para sentir que podía enfadarme con él sin temer perderle algún día. Sabía que nuestra amistad era buena; y eso reconforta.
Los amigos pueden ser duros contigo; porque esperan más de ti que los desconocidos. Los demás siempre te verán como quieran verte;  pero, a tus amigos, no puedes engañarlos.
A veces, cuando me perdona, en parte es porque no puede comprender lo que ha pasado. Así que perdona, olvida y en algún momento deja de mantener rencor. Y ese es el objetivo.

martes, 6 de diciembre de 2011

No cometeré el mismo error dos veces.

Te echo de menos desde entonces. Te quiero; siempre te quise y siempre lo haré. Y ha hecho falta cometer el error más grande de todos para darme cuenta de que no, no te puedo olvidar. 
Cuántas veces te he fallado y cuántas te he decepcionado. Y tú vas, y te presentas al día siguiente, pidiéndome perdón por tu reacción, y mil historias más. Lo que yo no hice nunca, y de lo que me arrepiento aún más es de no haber sido yo la que te lo dijera. La culpa siempre ha sido mía, desde el principio, y parece ser que ambos lo intentamos ignorar.


Después de cometer tantos fallos, después de decirme una y otra vez: “cómo le he podido hacer esto; cómo lo he podido hacer otra vez”, parece ser que tampoco aprendo a disculparme, dejando así que al final nos hagamos pensar que la culpa de todo esto la tenías tú.
Pero no vamos a engañarnos, ni yo te he podido olvidar; ni tú tienes nada por lo que disculparte, repito, nada.
Intenté tratarte como un amigo más, pero no soy capaz de verlo así; mi corazón no lo acepta. Intenté callarme y esperar. Esperar el tiempo que me pediste, pero no sirvió de nada. Y, es que ahora me doy cuenta de que ya no sé qué hago aquí, ya no sé a qué juego juegas, si estás dentro o fuera, o qué es lo que piensas, lo que sientes. Sólo pido que nos sinceremos. Sólo pido una explicación. Porque, cada vez estoy más perdida en este mundo que, día a día se enreda y complica más.



lunes, 5 de diciembre de 2011

En una de esas frias noches de invierno.

Llevo esperando toda la noche a que vengas. Se me ha enfriado la cena, y el postre para dos está gritando a voces sordas que te manches la cara con él. Que manchases la mía después. Después de esperarte tanto tiempo, ya no tengo ganas de comer, y me he acostado. Pero no estoy dormida, tranquilo. Llevo 3093 ovejas contadas y parecen que no quieren salir de mi cabeza. Solo saben hacer ruido y no me dejan dormir esta fría noche de principios de diciembre, tan tarde. O tan temprano. Estamos esperando a que vengas. Las ovejas, el postre, la cena, mis ganas, el suelo, el sofá, la película, las palomitas, las risas, y yo. Pero si quieres venir, pero crees que es muy tarde; ven, no me importa la hora. Las ovejas ya se habrán ido, el postre seguirá esperando, la cena la calentamos, y bueno, si yo estoy dormida, despiértame, no creo que me importe.




El amor dura un instante, ama, nunca sabes cuándo, de repente, todo acabará.
A veces es necesario que todo se derrumbe para que luego las cosas vayan bien. Y entonces las cosas entre nosotros no desaparecerían, tan sólo cambiarían. Y no necesariamente tendría que ser un cambio a peor. Nuestra historia siempre ha ido al revés, empezando por el final, acabando por el principio; primero los besos y luego quizás un poco de cariño. Eso significaría que hemos pasado lo peor, que estamos en nuestro mejor momento, hasta que llegue el final del principio… y entonces ahí, quién sabe lo que pasará.