Muchas gracias a todos♥

martes, 22 de mayo de 2012

Recuerdos que parecen retazos de un sueño.

En ocasiones acostumbro a buscar tu mirada en el cielo: profunda, intensa y sincera. Me gustaba ver cómo contemplabas el horizonte; y la lluvia, gota a gota, la cual caía aquella tarde sobre nosotros. Sobre aquel gran árbol que nos cobijaba.
Un beso, una caricia, una sonrisa. Historias compartidas y secretos por conocer. Hileras de estrellas en torno a una gran luna que llamaba la atención; mas yo, prisionera de tus ojos verdes, no me percaté de su brillo, el cual  ayudaba a crear una atmósfera mágica. Y miradas y sonrisas. Y abrazos y sentimientos. Y después, más noche. Noche que a veces pasa demasiado rápido. 
Jugábamos a encontrar nuevos recodos por diversas calles para hacer nuestros, y llenarlos de anécdotas que sólo nosotros conocíamos. Y todo eso de la constelación de tus lunares. 


Estrellas más tarde. En silencio. Con esas miradas hechas de sonrisas y alusiones, de lo que no se conoce, de curiosidad y diversión; indecisos a la hora de tomar o no el pequeño sendero que se aleja del camino principal y se adentra en el bosque. Pero que a veces es tan hermoso, incluso más que la propia fantasía. Y seguimos así: hablando, paseando, conversando de lo divino y de lo humano, de los viajes realizados y de los soñados, de grupos conocidos y otros olvidados.

martes, 15 de mayo de 2012

Mi rosa eres tú.


Recogí la rosa más intensa de aquel jardín. Recuerdo su mágico brillo: para algunos, inapreciable, para otros, directamente pasaba desapercibido. Sus pétalos blancos, puros, color marfil como la luna más brillante que tanto atrae las miradas en una solitaria noche, reflejando sonrisas. Solitaria como aquella rosa abandonada a su suerte, en aquel jardín lleno de espinas.
Hay quien dice que las rosas representan la fugacidad de un amor, idealista según nace y marchito en cuestión de horas. Algunos tan débiles que se los lleva el viento, otros tan exigentes que se secan de no ser regados de algo que puede que no se merezcan.
Sé la rosa de aquella que te proteja con sus espinas y cuide con sus pétalos.