A veces uno se engaña a sí mismo y le parece que lo que le rodea es lo normal. No, hijo, no. En algún momento hay que desengañarse: el patrón de la humanidad no es uno mismo, y los demás son ejemplares defectuosos del ser humano. No es así. No hay gente normal y gente anormal, ni ideas normales ni anormales, paranormales o subnormales. Hay personas distintas e ideas distintas. Lo mayoritario no es lo normal. Es lo mayoritario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario