Mira las estrellas cuando estés lejos. Evitarás sentirte solo.
Me gusta escuchar tu voz antes de dormir y que
en ocasiones me impidas hacerlo por seguir escuchando la mía. Me gusta también
que apuntes cada detalle y me lo recuerdes para conseguir una de mis sonrisas.
Que cuentes conmigo para todo. Que las conversaciones sin importancia se conviertan
más tarde en aquellas que se recuerdan como algo que nos una en la distancia,
para cuando estemos separados. Esas que se recrean en la mente cuando te
sientes solo. También me gustan esas confesiones que haces de vez en cuando,
porque es bonito escucharlas. Y reconfortan.
Nunca
te consideré alguien cobarde. Al contrario. Desde el primer momento me
pareciste muy valiente, siempre lo supe. ¿Sabes? Yo no sabría cómo afrontarme a
lo que tú tienes. Quizá sea porque uno se acostumbra a ello, pero admiro cuando
mantienes la calma en las situaciones límite, aún sabiendo que tenemos el
futuro en contra. Me gusta que seas maduro, porque yo no sé cómo hacerlo. Y me
sorprende. Me gusta que me abraces cuando estoy nerviosa. O simplemente para
sentirme tuya. Me gusta también que seas igual que yo, y tan diferente a la
vez. Porque me complementas. Y me enseñas cosas nuevas.
He
tardado en encontrarte y aprecio que haya sido por casualidad. Me hace valorar
más lo que tenemos, en cierta forma. Porque el amor más hermoso es un cálculo
equivocado, una excepción que confirma la regla. Aquello para lo que siempre
habrías utilizado la palabra “nunca”. Entraste en mi vida poco a poco, sin
excentricidades, sin llamar la atención. Desde el primer momento en que te vi
supe que eras especial. Y la primera vez en la que me hablaste, sentí
conocerte. Te convertiste en una bonita costumbre, en algo que empezó a formar
parte de mi vida. Cada día recibía un esperado mensaje con alguna insinuación
mal disimulada; pero que hacía aumentar mis ilusiones y esperanzas hacia un nosotros. Después, de
repente, paras. Durante un par de días, nada; ni un mensaje. Y me daba cuenta
de que te echaba de menos, de que te convertiste en una cita inalterable, en un
momento esperado, el motivo de mi sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario